miércoles, 24 de octubre de 2007

Tras la tormenta...

Ayer fue un día tenso. Por la mañana llamé a P., pensaba que ya se le habría pasado su tremendo cabreo pero me encontré a un hombre furioso, me transmitió por teléfono su rabía y sentí cómo incluso parecía que yo era diana de su odio. No me gustan las personas rencorosas ni fue agradable saber que para él todo estaba terminado. Siempre me acuso a mi de mezclar negocios con la relación pero al final ha resultado obvio que quién mezcló fue él y que por no someterme a sus "caprichos" retractandome en una decisión que tomé había sido él capaz de sacrificar la relación...
Y no quiero pensar que me ha utilizado en todo este tiempo ni los motivos para mantenerse ambigüamente en mi vida.
Soy mayorcita, nadie me ha obligado a hacer las cosas que he hecho, tampoco me arrepiento, seguramente lo volvería a hacer todo, porque obré de corazón.
No ha salido bien, estas son las consecuencias, aposté por alguién que no ha merecido la pena. Aposté sentimental, personal, y economicamente y me ha fallado en todos los terrenos. ¡Que le vamos a hacer!
Y ya no sé si es que su orgullo es superior a todo, sé que le he podido acusar de cosas hirientes, que he sido dañina con mis palabras a veces, pero yo pensaba que el amor lo puede todo...Asi que parece que en realidad no había amor.
Él alzó un muro para mi, pero aunque sólo conoció y le interesó una pequeña porción de mi ser...yo sigo aqui...y siempre he estado aquí. Ha sido él quién se ha perdido a la mujer, a la compañera, a la amante, a la consejera...A la mujer divertida, alegre, capaz de decir chorradas y tonterias, a la mujer seria capaz de mantener una charla interesante, a la mujer morbosa, encantadora, sensual...
Lo cierto es que aunque ayer tras charlar con él me sentí muy perdida porque me parecía todo increible, hoy me he despertado muy tranquila y no me siento ni triste.
Supongo que porque tengo la conciencia muy tranquila y he luchado hasta el final por una relación y por una persona, pero me ha salido rana...
Cada relación sirve para aprender alguna lección, supongo que en este caso he aprendido a ser más humilde y paciente, también ha habido buenos momentos y prefiero olvidarme de los malos ratos y de todas las cosas que no me supo dar.
Él era ahora para mí un sucedaneo del hombre que creí conocer hace diez meses, una sombra del que fue y puedo decir que ese hombre ha muerto para mí.
Es una pena que viva en su concha, que sea incapaz de abrirse, de darse, de apostar, de levantarse aunque sea para de nuevo caer...
Pude permitirme estar un día hundida, ayer lo estuve, pero hoy ya no...
Mi vida sigue, no voy a congelar mi tiempo esperando perdones ni cambios de actitud por alguién que ni asume su parte de culpa en que las cosas no hayan funcionado, ni siquiera es capaz de hacer que su vida cambie y sigue en esa espiral de dejarse arrastrar por la vida, sin luchar ni intentar nada a nivel profesional o personal...
Le he zarandeado si, lo he intentado, le he tendido mi mano...Pero la ha rechazado, y yo a partir de ahora sé que venga lo que venga la vida me sorprendera con un buen regalo. No espero menos.

2 comentarios:

Martini dijo...

Si obraste de corazón y no te arrepientes... sobra el resto.

Un beso, con tu permiso.

Thelma dijo...

Si este corazón padece de estúpidez y no sé si tiene cura.Besitos :)