sábado, 20 de octubre de 2007

Impotencia

Cómo siempre mi fortaleza de repente se marcha sin despedirse de mí y de repente amanezco perdida al pensar que todo ha terminado.
Si soy objetiva SÉ que P. no me interesa, puedo valorar su comportamiento respecto a mí, puedo determinar que no me hace feliz su modo de ser y que desearia que todo hubiese sido de otro modo entre los dos. También sé que yo he puesto todo de mi parte para que esto funcionara y que he tenido siempre una paciencia infinita porque su mal carácter, cambios de humor y forma de actuar no han sido fáciles de llevar.
Pero no sé porque estúpida razón le quiero y entonces toda la parte racional se esfuma y sólo puedo echarle de menos...
No sé, quizás me enamoré de un hombre que existió al principio y luego desapareció. O quizás sigo justificando su comportamiento por su situación personal y laboral y pienso que todo podría haber sido distinto si él no hubiese iniciado ese declive...
Y yo que sé ya, las horas transcurren lentas, no me apetece hacer nada y me muero por encontrar un mail suyo en mi correo.
Creo que los dos tenemos el carácter muy fuerte, que somos ambos dominantes y que esto nos ha hecho chocar mucho en el tema de los negocios, pero al mismo tiempo sé que eso mismo nos ha atraido porque ambos hemos intuido la fuerza del otro, sin embargo creo que yo soy dialogante y razonable mientras que él ha sido muy despota.
Y desde luego el hecho de tratar de imponer siempre su voluntad en ese aspecto no lo he podido tolerar.
Maldita sea, no quiero quererle, no quiero añorarle.

No hay comentarios: