No puedo... No puedo...

F. Se acaba de conectar al msn y siempre igual, naturalmente no me ha dicho ni buenas noches. Qué iba a esperar? Después de su último (y casi único) correo en el que me decía que no hablaba por hablar, no me iba yo a creer que semejante ser iba a dignarse a darme un saludito gratis.
Mañana ha quedado con una que "concozco" del chat para cenar con ella. A saber si harán algo más. Me matan los celos y la envidia porque solo saber que ella estará a su lado compartiendo el rato y su compañía...Esta niña sabe que yo pirro por los huesos del susodicho y si tuviera vergüenza no quedaría pero las tías no tienen de eso, les da igual, ellas van y quedan para lo que surja, se las trae al fresco si yo me quedo aquí comiéndome la cabeza o qué. Preferiría que no quedasen.
Miro atrás y tengo que pensar en quitármelo de la cabeza, en qué estoy pensando? Tengo ya edad suficiente para echar a volar, olvidarme de esta historia que solo me da quebraderos de cabeza pero és mi amor, mi GRAN AMOR ese que aparece en tu vida una vez y no olvidas nunca y me duele respirar cuando susurro su nombre... F!Qué mal! Pero tengo que ser más fuerte que todo esto y no puede desplazarlo todo, no puede desplazarme a Mí.
Por fin mañana és viernes. Viene mi amiga, Linda Libertad, a pasar conmigo, como hace últimamente, cada fin de semana. Algo de alcohol y risas se dan paso entre achuchones y codazos, como haciéndose sitio y despejarnos las mentes en largos sorbos de bullicioso y sano cachondeo que, un día de estos, cabreará a algún vecino tiquismiquis, pero nos la pela. (Los brindis por Thelma, por supuesto)
Gracias a las visitas que me hace Linda Libertad, empiezo a recuperar parte de mi vida social. Hemos hecho un pequeño pacto de amigas: Nos ayudamos mútuamente a respirar. Ambas lo necesitamos. O volamos o acabaremos pegándonos contra las paredes, cada una por una circunstancia pero nadie se puede hacer una idea de cuán cargada se puede hacer de cargada una atmósfera... Quién tiene un amigo, tiene un tesoro y si este amigo, te alarga una máscara de oxígeno, ni te cuento.
Y mañana... San Viernes